martes, 26 de febrero de 2019

La obra de Jorge Oteiza, vista con gafas matemáticas

Yo cuando veo esto, pienso esto. Relatos geométricos en la obra de Jorge Oteiza de Capi Corrales Rodrigáñez es el título de la segunda publicación  del Museo Oteiza dentro de su colección Prometeo.
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Capi Corrales Rodrigáñez (Facultad de Ciencias Matemáticas, Universidad Complutense de Madrid) recorre en este libro la obra del escultor desde su especial mirada matemática.
Como consta en la presentación del libro en la página web del Museo Oteiza: 
Este volumen, que constituye el segundo título de la Colección Prometeo (tras Oteiza y el cine) y cuenta con la colaboración de Obra Social de Kutxa, recoge, en siete capítulos relacionados pero independientes (CubilHabitáculosEuclidesVolumen, DimensionesInfinito y Universo), reflexiones sobre conceptos geométricos e investigaciones desarrolladas por diversos autores, surgidos de la confrontación con las obras del escultor.
Este  conjunto de reflexiones es el resultado de la voluntad de la autora de “mirar las piezas de Oteiza con ojos matemáticos” y verbalizar el resultado de esa singular mirada. Así se produce este fértil encuentro, que surge de la visión y se sumerge en el pensamiento, en el que la obra de Oteiza supone el punto de partida de una reflexión comparada en torno, por un lado, a las construcciones geométricas y nociones espaciales de matemáticos como Parménides, Euclides, Arquímedes, Johannes Kepler, Carl Gauss, Bernhard Riemann, Henri Poincaré, Max Dehn o Pavel Florenski, entre otros muchos; y, por otro, a las propuestas estéticas y filosóficas de arquitectos, artistas o pensadores como María Zambrano, Baruch Spinoza, Isidoro Valcárcel Medina, Alberto Sánchez,  Otto Frei, Buckminster Fuller o Peter Sloterdijk, entre otros.   
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Capi Corrales, en la presentación del libro el pasado 21 de febrero. Fotografía: Museo Oteiza
Capi Corrales Rodrigáñez es especialista en teoría de los números y una conocida divulgadora de las matemáticas. Fue galardonada con el Premio Laura Iglesias de Divulgación Científica convocado por el Museo de la Ciencia en 2007; se trataba de la primera edición de este premio, otorgado a Capi por decisión unánime del Jurado, que fundamentó su decisión en:
La capacidad de la premiada para combinar el rigor científico con la amenidad expresiva y el esfuerzo divulgativo, y para adaptar los contenidos a distintos públicos.
El extraordinario oficio de Capi queda de manifiesto en la reseña aparecida en Las Noticias de Navarra:
Capi Corrales, doctora en Matemáticas por la Universidad de Michigan y profesora titular de Álgebra en la Complutense de Madrid, impartió ayer una conferencia de prensa en la que consiguió demostrar de forma lúdicamente admirable, como si de un teorema se tratase, la peculiar y estrecha relación entre las matemáticas y las formas, teorías y creaciones geométricas del genial Jorge Oteiza.Imprimir
Desde luego, yo no me quedo sin aprender arte y matemáticas con el último libro de Capi
Y tampoco me quedo sin escuchar el último trabajo del compositor Ramón Lazkano, su Laboratorio de tizas,  también inspirado en la obra de Jorge Oteiza…

domingo, 24 de febrero de 2019

Jorge Oteiza: la grandeza de la palabra



Elixabete Ansa sostuvo que Quousque tandem...! Existe Dios al noroeste son “dos libros fundamentales para Oteiza y para la cultura vasca en general” y pasó a ofrecer algunas pinceladas clave de las obras. Según expuso, Quousque tandem...! apareció en 1963 por la necesidad de “pensar a un colectivo vasco y de repensar la importancia de una cultura difícil de expresar con total libertad”. Su influencia, dijo, se traspasó a la pintura, a la literatura y al canto, pero también a la política. “Se trata de un texto que imbuye a la cultura vasca no solo a una necesidad de recuperar un patrimonio hacia atrás, sino abrirlo además a una realidad mucho más amplia”, añadió. Para Ansa, Oteiza intenta con este texto “definir lo que entiende por el alma vasca” y para ello “se aleja de tópicos folclóricos y lo abre a un arte universal”.
La autora de Mayo del 68 vasco defiende la particularidad del libro en cuanto a que no se trata de un texto al uso. “Se trata de una invitación clarísima a leer desordenadamente, a no estar siempre buscando una definición y una conducta claras; el texto invita a salir del lugar de confort y estar tranquilo sabiendo que no lo entiendes y a la no comprensión de lo que nos rodea porque eso supone una búsqueda incansable”, subrayó, un hecho que calificó como “el gran eje de Oteiza”.
Ansa apuntó que “hay muchas expresiones artísticas que prueba Oteiza”, que “lo conmueven y alimentan durante toda su carrera”. Y, aquí, la poesía ocupa un lugar fundamental. “Si uno observa, se encuentra un vaciamiento dinámico no vacío en su obra” que parte “de un conglomerado de moles de piedra llenos donde apenas se ve su intervención como escultor, hasta conseguir unas cajas vacías, abiertas; y en esa desmaterialización la poesía ocupa ese lugar donde, cuando ya no tenemos obra, piedra o hierro, nos queda la palabra; y no cualquier palabra: la poesía -explicó-. Se trata de una poesía muy inconformista, donde se aprecia un aspecto lúdico y mucha tensión, mucha lucha con las instituciones, además de, en algún poema, un esfuerzo por darle forma a un yo mujer”.






miércoles, 20 de febrero de 2019

La eclosión cultural de los 60, un 'collage' con Oteiza como catalizador


Jorge Oteiza, «catalizador carismático»./USOZ
Jorge Oteiza, «catalizador carismático». / USOZ

Elixabete Ansa Goicoechea se ha aproximado a aquel período realizando, con una perspectiva nueva, «una lectura crítica más profunda»

N. AZURMENDI
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'Quosque Tandem!', de Jorge Oteiza; 'Isturitzetik Tolosan barru', de Joxean Artze; 'Harri eta herri', de Gabriel Aresti; Ez dok Amairu y todas sus posibles declinaciones poéticas y musicales; 'Ama Lur', de Nestor Basterretxea y Fernando Larruquert; las primeras novelas de Txillardegi... Una proliferación inhabitual de hitos culturales y creativos, más inhabitual aun en época de dictadura, convirtió en la década de los sesenta del pasado siglo a Euskal Herria en un entorno con una potencia creadora insólita, que la profesora e investigadora donostiarra Elixabete Ansa Goicoechea ha revisitado desde una doble distancia: la temporal que le aporta su juventud, y la espacial, que debe al hecho de haber completado su formación en varios países de América del Norte y del Sur y de ser en la actualidad profesora de Estéticas Comparadas en la Pontificia Universidad Católica del Chile. 
El resultado de esa aproximación es el ensayo 'Mayo del 68 vasco. Oteiza y la cultura política de los sesenta', editado por Pamiela en la colección 'Ensayo y testimonio', que se ha presentado en San Sebastián. Han acompañado a la autora el editor de Pamiela José Ángel Irigaray yFernando Golvano, profesor de Estética y Teoría de las artes en la Universidad del País Vasco, autor de varias investigaciones y publicaciones sobre las vanguardias estéticas de los años sesenta y setenta. 
También han hecho acto de presencia protagonistas y testigos directos de aquellos años de efervescencia en historia y la cultura vascas, como Marisol Bastida, viuda de Mikel Laboa, entre otros. Es muy probable que todos ellos compartan las palabras de la historiadora del arte y biógrafa de Oteiza, Pilar Muñoa, que se ha mostrado emocionada porque «los jóvenes os intereséis por un tiempo que pensábamos que estaba olvidado o era incomprendido». 

Un «descubrimiento tardío»

En cierto modo, ese olvido fue el detonante del proyecto de investigación de Elixabete Ansa, que descubrió bien entrada la primera década de este siglo -fue un «descubrimiento tardío», ha dicho-, piezas como el ya citado poemario de Artze, a quien dedica el libro. Tirando del hilo, se asomó a un mundo del que, pese a ser relativamente cercano en el tiempo y coincidente en el espacio, apenas le habían llegado ecos de algunos referentes «costumbristas y románticos». Empezó a interesarse por el fenómeno, y encontró «una serie de obras y autores que aparentemente carecían de conexión, pero que estaban unidos entre sí por su intensidad creativa». Con la convicción de que «todo aquello tenía que volver a interpretarse, sacarlo de su contexto y recolocarlo en otro nuevo», procedió a «rescatarlo como un momento de creatividad importante». 
José Ángel Irigaray ha destacado la originalidad de la mirada de Ansa, en la medida en que «no mira a la historia de manera compartimentada, sino que lo hace de manera dialéctica»; la manera correcta de mirar, «porque en historia no hay capas geológicas fosilizadas».
Recurriendo también a los símiles geológicos, Fernando Golvano ha afirmado que en el intento de Ansa «de producir un 'collage' dinámico que en cada lectura aporta algo nuevo, el pasado toma nueva forma en un ensayo que está vivo, como el magma». Así, a la hora de acercarse a aquellos años, sin olvidar el impacto que tuvo en Euskadi mayo del 68, y sin ignorar el «impacto negativo que tuvieron ETA y el Frente Cultural», Elixabete Ansa «ha trazado itinerarios libres a través de aquellos años productivos, creativos y dinámicos». Golvano ha elogiado la trayectoria, la minuciosidad y la originalidad de Elixabete Ansa Goicoechea, que está finalizando un proyecto en el que analiza la infuencia de artistas e intelectuales latinoamericanos en la obra y los posicionamientos estéticos de Oteiza, y ha descrito su libro como «el caleidoscopio de una cultura política que está por revisar».

Oda al 'collage'

«La característica que une a toda esta producción, y que nos gustaría ofrecer como punto de partida en la lectura de la cultura vasca de los sesenta, se podría definir a partir del concepto de 'collage', un 'collage' que responde a la coyuntura social y política del momento», ha escrito la autora en la introducción del libro, titulada precisamente 'Oda al 'collage''. 
Ese concepto, que se refleja también en la portada, fue el más utilizado a la hora de resumir el espíritu del libro y del período que ha analizado Ansa: un 'collage' que tuvo a Oteiza como «catalizador carismático», como un referente poderoso que fue también el nexo entre las vanguardias de varias décadas del siglo XX, y ayudó a establecer relaciones profundas con América Latina, rompiendo la tendencia peninsular de vivir mirando a Europa.

lunes, 11 de febrero de 2019

Obra de Oteiza








 "Construcción Vacía", enfrentada las olas provocadas por el ciclón Helena, que azotó el Paseo Nuevo de Donostia el pasado 2 de febrero, y que amablemente nos envía su autor, Fernando Martínez Sarasqueta.