jueves, 22 de marzo de 2018

El artista Asier Mendizabal presenta su proyecto 'Incurvar' en el Museo Oteiza










El artista Asier Mendizabal (Ordizia, 1973) ha realizado, en los últimos años, un conjunto de obras que proponen una aproximación crítica al legado de Jorge Oteiza y al modo de construcción de lo simbólico de su proyecto escultórico y que ponen en cuestión los mecanismos de representación de lo escultórico en el final de la modernidad.
Mendizabal muestra en la exposición producida por el Museo Oteiza, en colaboración con el Ayuntamiento de Egüés (22 de marzo- 3 de junio de 2018), algunas de estas obras desarrolladas con anterioridad, así como Incurvar, proyecto que da título a esta exposición y que responde a la invitación del Museo Oteiza para intervenir en sus espacios y realizar el proyecto específico que se muestra ahora en el centro de Alzuza.
El artista ha focalizado su trabajo artístico en torno a los mecanismos de representación de lo simbólico, en especial, en referencia a la formalización de lo político a través de lo artístico y el modo en el que el arte ahonda en los procesos que conforman el dispositivo de la representación y la producción de imaginarios colectivos. En ese sentido, varios de sus proyectos de este artista han revisado a Oteiza como paradigma de las aporías de la modernidad.
La exposición se acompaña de una edición monográfica que incluye los textos y el material gráfico correspondientes a los proyectos Una carta llega a su destinoGurentza, Agoramaquia Incurvar.
Asier Mendizabal (Ordizia 1973) es un artista radicado en Bilbao. Su práctica, vinculada al programa de la escultura, se resuelve en diversos medios y procedimientos, incluyendo de manera habitual la escritura. Ha expuesto individualmente en instituciones como Raven Row de Londres; Museo Reina Sofía de Madrid; Culturgest, Lisboa; Galerie Miroslav Kraljevic, Zagreb, Croacia; Carreras Mugica, Bilbao; DAE, San Sebastián y en el MACBA de Barcelona y ha participado en exposiciones colectivas como El arte y el espacio, Guggenheim Bilbao Museoa; la 31 Bienal de São Paulo; A Singular Form, Secession, Viena;Camera of Wonders, Centro de la imagen, Mexico DF, Whose Subject am I?, Kunstverein Düsseldorf; IllumiNATIONS, 54 Bienal de Venecia; Scenarios about Europe, GFZK, Leipzig, In the First Circle, Fundació Tapies, Barcelona; Às Artes, Cidadãos, Museu Serralves, Porto; Després de la notícia, en CCCB, Barcelona, Manifesta 5 o las Bienales de Limerick, Taipei y Bucarest.
Actividad pedagógica
Visitas guiadas y encuentros en torno a la exposición
– Sábado 24 de marzo, 12.00 horas. Encuentro con Asier Mendizabal y visita a la exposición.





viernes, 9 de marzo de 2018

El Museo de Nafarroa acoge la muestra ‘Grupo Danok. 1966-1967. Una modernidad incompleta’


El Museo de Navarra acoge hasta el día 27 de mayo la exposición ‘Grupo Danok. 1966-1967. Una modernidad incompleta’, integrada por 40 obras de 27 artistas del medio artístico del herrialde de aquel momento.
NAIZ|09/03/2018 13:36ACTUALIZADA: 13:43
Danokona
Una de las obras que se puede ver en la muestra ‘Grupo Danok. 1966-1967. Una modernidad incompleta'.
Este movimiento fue un intento, finalmente no culminado, de aglutinar en un grupo de vanguardia a los artistas del entorno navarro, a la manera de los grupos Gaur de Gipuzkoa, Emen de Bizkaia y Orain de Araba. En Nafarroa, este grupo llevaría el nombre de Danok.
Este último grupo fue casi inexistente, un intento que no fructificó y del que se conoce muy poco, según ha informado el Gobierno navarro, que añade que la exposición es una revisión crítica de este grupo y de los artistas que pudieron formarlo, así como de las circunstancias que propiciaron aquella iniciativa asociada al proyecto de los grupos de arte de la Escuela Vasca, auspiciados fundamentalmente por Jorge Oteiza, en compañía de otros artistas de Gipuzkoa, Bizkaia y Araba.
Con motivo de la exposición se ha editado un catálogo que incluye textos de Balda y de Fernando Golvano y todas las obras expuestas, con diseño de Elena Moreno Jordana. Este catálogo está a la venta al precio de 15 euros.
La muestra ha sido presentada en rueda de prensa por el director general de Cultura, Fernando Pérez; y el comisario de la exposición, Javier Balda.
Propósito del proyecto
El propósito del proyecto y de la exposición, han explicado, es situar y recordar el intento, finalmente fallido, de asociación artística del grupo Danok de Nafarroa, por iniciativa principalmente de Oteiza (y de otros artistas como Ibarrola, Amable Arias o Basterretxea) y situar a cada artista representado por obras entre los años 1960 a 1968, es decir, en un momento de máxima madurez y creatividad de algunos de ellos y en los inicios de otros que vendrían a renovar el panorama local.
A su vez, el proyecto expositivo quiere «contextualizar ese movimiento en la circunstancia cultural, social, económica y política de Pamplona en la década de 1960, así como en el contexto del arte vasco con el nacimiento de los grupos de la Escuela Vasca que fueron el arranque de una renovación y de nuevas exigencias en la difusión y pedagogía del arte en la región, coetáneas a otras iniciativas de grupos artísticos en el conjunto de España, aglutinando la conciencia de los artistas en un tímido pero perceptible cambio social y de demandas culturales».
El ámbito de este proyecto abarca al arte y a los artistas del entorno de Nafarroa, especialmente en Iruñea, reseñados en un documento de Jorge Oteiza, conservado en la Fundación Museo Jorge Oteiza.
En Iruñea debía culminar hacia finales de 1967 o en 1968, la presentación de este grupo/movimiento con una gran exposición que integrara a todos los artistas de los grupos provinciales. «Sin embargo los diferentes puntos de vista de los artistas en cada territorio malograron ese final», han detallado, para exponer aquel proyecto no culminado por «diferencias y desencuentros artísticos e ideológicos supuso, a pesar de todo, el establecimiento de una nueva sensibilidad de activismo cultural y un entendimiento expansivo del arte como acción social».
Contenido de la exposición
Las obras y documentación expuestas pertenecen al Museo de Nafarroa, la Biblioteca de Nafarroa-Depósito Legal, el Palacio de Nafarroa, la Fundación Caja Navarra, la Fundación de Benedictinos de Lazkao, el Ayuntamiento de Irun y numerosos particulares, la mayoría los propios artistas o sus familiares.
La exposición está integrada en su mayor parte por obras de artistas navarros que integrarían Danok, según el mencionado documento de Jorge Oteiza y otras fuentes: José Ulibarrena, Isabel Baquedano, Julio Martín Caro, José M.ª Ascunce, Gloria Ferrer, José Antonio Eslava, Xabier Morrás, Jesús Lasterra, César Muñoz Sola, Salvador Beunza, Juan Miguel Echeverría, Pedro Osés (de quien se muestra una obra realizada conjuntamente con Juan José Aquerreta), Eugenio Menaya, Narciso Rota, Miguel Echauri, Mariano Sinués y Pedro Manterola.
A ellos se suman las obras de artistas de los grupos Emen y Orain presumiblemente enviadas al Museo de Nafarroa para formar parte de la exposición conjunta en 1967, que no llegó a celebrarse: Carmelo Ortiz de Elguea, Joaquín Fraile, Juan Mieg y Alberto Schommer, del grupo Orain, y José Ignacio Andreu, Inazio Urrutia, María Dapena y Gabriel Ramos Uranga, del grupo Emen. También se expone una escultura de Jorge Oteiza (grupo Gaur).



Para documentar y contextualizar la época también se exponen carteles de temática diversa y se han incorporado dos vitrinas con documentación.

miércoles, 7 de marzo de 2018

ELLA SE LLAMABA ITZIAR






Mi día a día convive casi de forma permanente con la obra y figura de Jorge Oteiza. Y en ese día a día pocas veces, casi nunca de hecho, se le nombra a ella. Ella se llamaba ITZIAR CARREÑO. En esta semana de visibilización quiero recordarla más que nunca. ¿Habría llegado a ser Oteiza quien fue sin su apoyo? No lo creo.


Itziar nació en Bilbao en 1904. Era huérfana de madre y su padre se había visto obligado a emigrar a la Patagonia por motivos políticos. Por eso ella, muy joven, decide viajar a Argentina en busca de ese padre. Vivirá en Argetina desde 1921. En 1935 conoce a Oteiza y se transforma en su mejor apoyo, su pareja, su amiga y su incansable compañera.
Llevaba el pelo corto y blanco. Era dulce, valiente e inteligente. Ella se llamaba ITZIAR.


Foto1 Itziar y Oteiza en Popayán ( Colombia) en 1944.
Foto 2 Oteiza besando la escultura dedicada a Itziar creada en 1944 en Argentina.

Texto de Aitziber Urtasun



Libro de Lévi-Straus con anotaciones de Oteiza, de Aitziber Urtasun









¿Qué quedó de los Encuentros (de 1972)? Por Eduardo Laporte






Me enteré de la existencia de los Encuentros de Pamplona de 1972 allá por 2009. Creo que fue por la exposición que se celebró en el Reina Sofía, 25 años después, y de la que me llegó algún eco. Flipé en colores. En colores tan lisérgicos como la película pintada de José Antonio Sistiaga (San Sebastián, 1932) que tuve la suerte de ver en pantalla grande.
No negaré que me dormí en algún pasaje, porque tal aluvión de información gráfica, artística, evocadora, no hay cerebro, al menos el mío, que lo asuma en su totalidad. Pero la experiencia fue potente. Silencio y miles y miles de fotogramas pintados. Abstracción pura. La conciencia de que detrás de cada fotograma estaba el artista. Quizá nada tan efímero como esa película, proyectada originariamente dentro de los Encuentros, en los cines Carlos III, con el provocador título en euskera, en aquel mundo en español de entonces, de era erera baleibu izik subua aruaren¸que viene a ser algo así como «para que no tengas miedo».
Este sábado se proyecta en Punto de Vista no la peli pintada, sino el documental que el propio Sistiaga rodó con su cámara de 16mm en la Pamplona invadida por el arte de vanguardia durante los inolvidables días del 26 de junio al 2 de julio de 1972. Inolvidables para los que los vivieron, pero también para los que, de una manera u otra, los vamos evocando, que es como ejercitar una memoria creativa y que permite revivir lo no vivido.
El cine, el arte y la información publicada al respecto nos permiten generar algo parecido a la experiencia: la ilusión de lo vivido. Como el fenomenal libro publicado por el Museo Universidad de Navarra, que es la mayor guía sobre el evento publicada hasta la fecha, con entrevistas de gran valor como la realizada a la compositora Teresa Catalán o el testimonio de José Miguel de Prada Poolesobre sus cúpulas hinchables, una arquitectura utópica y en colorinesdonde ahora se yergue ese Baluarte negro como una morcilla de luto. Háganse con ese libro: revivan los Encuentros quienes lo vivieron e imaginen cómo fue aquello, gracias al apoyo documental, quienes no estuvieron. También están vivos muchos de sus protagonistas: Luis de Pablo, el fotógrafo Pío Guerendiain, José Luis Alexanco. Hablen con ellos. Chillida no. Oteiza tampoco. Este último no quiso participar, porque venía el primero. Ay. Luego se dieron un abrazo. El vacío de aquellos días se compensa con una presencia permanente: el Museo Oteiza.