viernes, 26 de septiembre de 2014

El cíclope por fin vigila Zarautz




Esta carta redactada por Néstor Basterretxea y Jorge Oteiza en noviembre de 2000 refleja el interés que los dos genios tenían por homenajear a su gran amigo y también artista Txopi. Catorce años después, su deseo se ha visto cumplido. El Ayuntamiento de Zarautz acaba de colocar la escultura Cíclope Vigilante de Daniel Txopitea en la nueva rotonda de Nafarroa kalea y será inaugurada mañana, a las 12.00 horas. Aunque, lamentablemente, ni Oteiza ni Basterretxea podrán acudir a la cita, no faltarán al evento otras caras conocidas del mundo del arte para recordar a esta figura.
El pintor y escultor eibarrés mantuvo una estrecha relación con Zarautz. Sus padres tenían en la villa su residencia de veraneo y desde niño pasaba largas temporadas en el municipio. En 1976 contrajo matrimonio con Begoña Cendoya y fijó su residencia de manera definitiva en Zarautz. Fue aquí donde realizó la parte más importante de su obra, en el taller-estudio que instaló en el caserío Mendizabal del barrio de Santa Barbara: Apuntes y ficcionesFiguración fantásticaSerie erótica,Figuras en movimiento o la serie Belarrak. Su última etapa creativa también la llevó a cabo en la localidad costera, con las series Colosos y Titanes y Personajes Blanco y Negro y editando, junto a Oteiza, la carpeta de obra gráfica La ley de los Cambios. Precisamente, en la misma época en la que estaba elaborando su serie de titanes, la obra más madura y meditada del pintor, en 1996, nacía Cíclope Vigilante, un año antes de su fallecimiento a causa de un cáncer, a los 46 años de edad.
Por un futuro mejor
La obra tridimensional fue concebida para su realización a gran escala y en una ubicación abierta, con vocación de escultura pública. “La pensó como un vigilante poderoso que otea el horizonte, que observa y al mismo tiempo protege, nos protege a todos. Es el hijo del cielo y la tierra que está omnipresente…”, detalla el también escultor afincado en Zarautz Mikel Campo Argote. De acero galvanizado y de color negro, desde que se colocó el pasado lunes, la elegante obra de 3,70 metros llama la atención de los paseantes y de los que circulan con su vehículo.
En noviembre del año 2012, cuando se lanzó la primera edición de la beca para la creación artística Daniel Txopitea, el departamento de Cultura anunció que el logotipo de la beca se basaba en la esculturaCíclope Vigilante del famoso artista y ya adelantó que trabajarían para traerla a Zarautz. Así, el presupuesto para este proyecto ha sido de 35.000 euros (crear la propia obra, a cargo del taller Alfa Arte; pagar por los derechos de autor a la familia Txopitea y realizar réplicas pequeñas de la escultura para la beca Txopitea y similares).
De este modo, buscan reconocer la aportación que realizó el pintor al arte contemporáneo, algo que su viuda, Begoña Cendoya, y su hija y también artista, Ainize Txopitea, han visto como “un merecido reconocimiento a una larga trayectoria y a un artista que contribuyó a sembrar un importante legado de la historia del siglo XX en Zarautz”.
“Cíclope en la mitología griega se refiere a una raza de gigantes de fuerte temperamento y con un solo ojo en la mitad de la frente. Este nombre explica la fortaleza, majestuosidad y dimensión de la obra. El vigilante, por su parte, explora, alerta, mira desde un lugar alto. Se trata de un personaje asentado, arrodillado, quieto y firme. Un caballero acorazado a fin de proteger a los habitantes de la tierra de los peligros que pudieran surgir en el mar”, detalla Ainize Txopitea al explicar la obra de su padre.
Una pieza con carácter de misterio y elegancia que pretende recordar a los ciudadanos la necesidad de estar alerta. “Txopitea nos recuerda que todos llevamos un cíclope vigilando dentro, un guía que nos protege de las amenazas que nos acechan y nos ayuda a construir un futuro mejor”, concluye su hija.

jueves, 25 de septiembre de 2014

El Museo Oteiza organiza el taller 'De Oteiza a la performance', destinado a educadores




Este 'workshop' sobre performance en educación y en el ámbito social propone explorar las capacidades pedagógicas del "arte de acción" y su posible aplicación como herramienta pedagógica en la educación formal o no formal, según ha explicado el Museo en un comunicado.
Partiendo de la obra y el pensamiento de Oteiza, quien afirmó que "el espacio es la materia corporal y el punto de partida de la creación artística", se propone investigar conjuntamente sobre los conceptos del espacio, el tiempo y la presencia.
El taller estará impartido por Ana Rosa Sánchez Velasco, licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca, y se celebrará los días 4 y 5 de octubre de 2014 en el Museo Oteiza.
El coste de la inscripción por alumno es de 60 euros. El Museo Oteiza expedirá un certificado de participación en el taller a los asistentes que lo requieran.

domingo, 21 de septiembre de 2014

El Museo Oteiza lanza una aplicación para smartphones y tabletas


  • La aplicación “Museo Oteiza”, está disponible de forma gratuita para dispositivos Android y Apple
 


El Museo Oteiza hay creado una aplicación que propone una recorrido audiovisual por la obra y la vida de Jorge Oteiza, que se encuentra disponible de forma gratuita para smartphones y tabletas.
Esta aplicación gratuita, creada para los dispositivos Android y Apple, ofrece la posibilidad de recorrer la colección de la obra escultórica de Jorge Oteiza, desde sus primeras obras figurativas, hasta los procesos conclusivos vinculados a la desocupación espacial. Esta herramienta permite profundizar en su Laboratorio Experimental y ahondar en la biografía de este creador multidisciplinar. La aplicación incluye imágenes, vídeos y audios originales procedentes del archivo de Oteiza y facilita la organización de una visita personalizada.


La aplicación está contemplada para ser utilizada como complemento a la visita al Museo, pero también resulta, en sí misma, una buena herramienta para profundizar en la obra y la figura de Oteiza. Además de información sobre el Museo, la aplicación propone tres recorridos. El primero de ellos, La colección, está estructurado en 12 etapas que atraviesan la obra escultórica de Oteiza, desde sus primeras obras de los comienzos de los años treinta, hasta las piezas conclusivas de finales de los cincuenta. El segundo recorrido, el Laboratorio Experimental, analiza una decena de series experimentales que contemplan todo el proceso de indagación escultórica desarrollada por Oteiza.  El último recorrido,Jorge  Oteiza, se adentra en la biografía del artista y la significación de todos sus  ámbitos de creación  a través de 18 capítulos. Uno de los grandes atractivos de esta aplicación es la presencia de audios del propio Oteiza y de videos en los que se puede contemplar al creador explicando y analizando diversos aspectos de su vida y su obra.
La aplicación, denominada Museo Oteiza, ha sido diseñada y desarrollada por Alambre Estudio,  y se encuentra disponible online en las tiendas de Apple y Google y se podrá acceder a ella a través de la página web del Museo. En su primera fase, la aplicación ha sido desarrollada en castellano y euskara. La aplicación podrá ser descargada libremente y el Museo pondrá a disposición de sus visitantes un conjunto de dispositivos que podrán ser alquilados en la recepción del Museo, gracias a la colaboración de Banco Santander.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Las esferas de Oteiza, Francisco y Dios




En el ocaso de agosto disfruté de un intenso fin de semana por Francia y Navarra. De Getxo a Getxo, pasando por Saint Etienne de Baigorry, Saint Jean Pied-de-Port, Esterencuby, Pamplona, San Martín de Unx y Ujue. Con parada en el Museo de Oteiza. Fue como redondear una esfera, llenándola de contenido. En Alzuza me reencontré con el alma del artista de Orio, el artista que no dejaba de hacerse preguntas. "Busco", se lee en una pizarra que destaca en un rincón de su despacho. Muy cerca, sus proyectos de esferas, que desocupaba y luego llenaba de vida. El Papa, una persona muy singular, como lo fue Oteiza, también habla de esferas y de la anulación de las particularidades. Dos personajes tan distintos pontifican sobre la trascendencia y utilizan las mismas figuras para explicar e iluminar la realidad.
En realidad, fue Joseluis817 quien se fijó en esa relación, tal y como describe en su blog al hablar de la ética existencial. Me puso en su pista Juan Luis Ibarra, presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco en un encuentro estival. El ejemplo de la esfera también ha sido recogido por otros blogueros. El Papa que desayuna con los mendigos y fustiga a los más poderosos llama la atención de gente muy dispar, al margen de su ideología y de sus creencias.
Joseluis817 recoge un texto de Oteiza que aparece en su obra 'Estética del huevo' (Alfaguara): "La esfera es el cuerpo redondo, euclideamente satisfecho por dentro, pero inestable y ciego para fuera, su sensibilidad extraordinaria para el exterior (sin solución de apertura) hace su peligrosidad (para la estructura de la movilidad de la estatua) inútil. Abrir la esfera es por corregir su ceguera, es por descubrir su doble mirada y para elegir la mirada de huevo, su trayectoria 3-5 de huevo. O solamente con su mirar para a-dentro 4-4, no habremos conseguido más que una prisión rectilínea para la ceguera móvil de la esfera".
Francisco, por su parte, en una entrevista concedida al periodista Henrique Cymerman, también recurre a la geometría para formular su mensaje sobre la globalización. "Este pensamiento único que nos quita la riqueza de la diversidad de pensamiento, y por tanto la riqueza de un diálogo entre personas, es una globalización mal entendida. Yo la graficaría como una esfera, donde todos los puntos son iguales, todos equidistantes del centro. Por lo tanto, anula toda particularidad. Una globalización que enriquezca es como un poliedro. Todos unidos, pero cada cual conservando su particularidad, su riqueza, su identidad".
Las esferas de Oteiza, Francisco y Dios
Alineación de esferas en el museo de Alzuza.
Joseluis817 ve a los dos, a Oteiza y a Bergoglio, buscando en una forma geométrica a la humanidad, sensible y abierta a los demás. Cuando Oteiza habla de ceguera, de falta de apertura, de sensibilidad para el exterior, el bloguero interpreta que parece que el artista de Orio "habla de una persona, más que de una forma geométrica".
Otro bloguero, Pablo Guarez Tricarnio, desde una plataforma cristiana, también ha destacado el aspecto didáctico de la respuesta del Papa para expresar de manera muy gráfica su idea de la globalización. La revolución eclesial de Francisco está en boca de todos, sean creyentes o no lo sean. Oteiza y Francisco, dos hombres tan distintos –quizás no tan distantes– buscan interpelar al hombre desde la arquitectura y desde la geometría en una sociedad tremendamente asimétrica. Ambos están contra la hegemonía cultural del pensamiento único. En todas las esferas de la vida.


Pienso en todo esto cuando recorro el enclave de Alzuza, que desprende una atmósfera especial. Escucho en un vídeo la voz ronca de Oteiza, y me da la impresión de que también buscaba a Dios. "El arte es crear puentes", dice. Francisco también es un zapador que interconecta al hombre con Dios. Oteiza habla de crear espacios de sacralidad, de trascendencia. Y veo su mano en la fachada de Arantzazu, en sus apóstoles y en su particular Piedad. Oteiza crea del vacío. "Del vacío que, como el cromlechs neolítico, sirve para dar cobijo al alma del hombre. Es un espacio metafísico". Y veo la huella de Heidegger. Veo a Baroja. A Unamuno. A San Juan de la Cruz. A Ignacio de Loyola. Y también a Sartre. Que choque de pensamientos. De identidades. De aquel 'big bang' surgió un arte peremne, universal.
El escultor comunista amigo del Papa
En su biblioteca veo muchos títulos firmados por estas personalidades. Algunos resultan curiosos. 'Un artista y el Papa', se lee en el lomo de uno de los libros (Plaza-Janés), firmado por Curtis Bill Pepper. La obra recoge la relación que mantuvo el escultor italiano Giacomo Manzú, comunista y no creyente, con el Papa Juan XXIII, del que se hizo muy amigo. Manzú, un intelectual de izquierdas que sentía una profunda pasión por los temas religiosos, también firmó obras para la basílica de San Pedro y con sus creaciones en favor de la paz y contra la intolerancia espoleó a gente de toda condición.
Oteiza era un espíritu libre. Francisco también lo es, aunque con muchas más ataduras. Oteiza quiso buscar un nuevo lenguaje universal de la fe con sus trabajos en la basílica de Arantzazu. Lo escribe él mismo en la carta que le envía al nuncio Antoniutti, y que se conserva en el museo de Alzuza. Franscisco también ha revolucionado el lenguaje y el mensaje de la Iglesia. Y tendrá problemas. Como los tuvo Oteiza. El objetivo del arte, según la estética existencial, es iluminar la existencia. Es lo que intentó, desde su autoridad intelectual y creativa, Oteiza. Y es lo que intenta, ahora, desde su autoridad moral, el Papa Francisco.

domingo, 7 de septiembre de 2014

La escultura vasca revive Arantzazu



La escultura vasca está muy viva, y lo demuestra la exposición que desde ayer acoge el edificio Gandiaga de la Fundación Arantzazu Gaur, en Oñati. Un lugar emblemático en la historia del arte vasco que se revitaliza ahora a través del lenguaje escultórico de ocho creadores de la generación posterior a aquella que en muchos aspectos fue pionera y punto de referencia a escala internacional: la generación de artistas del grupo Gaur.
Chillida, Oteiza, Mendiburu, Ruiz Balerdi, Amable Arias, Sistiaga, Basterretxea y Zumeta, con su voluntad de diálogo y relación con la vanguardia internacional, dejaron su impronta en los escultores que ahora habitan Arantzazu con sus creaciones. Pero no se puede decir precisamente que estos hayan seguido su estela. Ricardo Ugarte (1942), José Ramón Anda (1949), José Zugasti (1952), Iñaki Ruiz de Eguino (1953), Iñigo Arregi (1954), Iñaki Olazabal (1959), Koldobika Jauregi (1959) y Guillermo Olmo (1960) se sienten parte de un mismo territorio, de un tiempo próximo al de la generación de Gaur -con cuyos artistas en muchos casos convivieron-, pero cada uno ha emprendido un camino propio en el arte. Juntos, componen un panorama diverso y plural, pero al mismo tiempo con elementos comunes, tal y como refleja Amets kabi(Nido de sueños).
Este es el sugerente título de la exposición colectiva que puede disfrutarse en Arantzazu hasta el 19 de octubre. Ricardo Ugarte es el más veterano de este grupo de artistas, en su mayoría guipuzcoanos, entre los que también se encuentran el navarro José Ramón Anda y el vizcaíno Guillermo Olmo, el más joven de la muestra. Cada uno aporta a esta exposición tan especial tres piezas representativas de su trabajo de la última década bajo el comisariado de Xabier Sáenz de Gorbea. “Ha habido muchos años en que aquella primera generación que formó Gaur ha dominado el panorama escultórico vasco, y parecía que no existían más escultores vascos que ellos. La nuestra podría ser una generación perdida, o por lo menos escondida. Y en la exposición se reflejan los horizontes que se han abierto entre ambas generaciones, y a partir de esta de la que formamos parte escultores de la década de los 50”, comenta el creador donostiarra muy vinculado a Navarra -tiene casa en Pitillas- Iñaki Ruiz de Eguino. En el recorrido que plantea Amets kabi se perciben características comunes a estas dos generaciones de escultores, como la utilización de determinados materiales, como el hierro, pero a su vez otros elementos que tratan de renovar todo eso que ya está en la generación anterior, pero con nuevos planteamientos y nuevas revisiones.

Apertura
Un ventanal a diversos horizontes creativos
Como simboliza el gran ventanal a la naturaleza ante el que se muestran muchas de las piezas, estas esculturas se abren desde la tradición a nuevos mundos posibles, y a reinterpretaciones por parte de cada espectador, que las completa con su mirada. En palabras de Sáenz de Gorbea, “los artistas aquí reunidos contribuyen con sus obras a consolidar un contexto que se ha ido extendiendo más allá del de sus iniciadores”, sin desdeñar antiguas manifestaciones populares ni las neovanguardias internacionales, y asumiendo al mismo tiempo, desde la vinculación directa con la naturaleza, el trabajo con el material y “una plástica abstractizante”.
En un enclave emblemático como es Arantzazu, esta segunda generación respira e invita a respirar arte allí donde lo hicieran Oteiza, Chillida o Basterretxea. Madera, piedra, hierros, alambres, se levantan aquí esculpidos por manos veteranas, talentosas y ávidas de nuevas búsquedas de conocimiento, de nuevas significaciones vitales con las que nos invitan a entrar en diálogo. Son obras para ser contempladas huyendo de la certeza de los sentidos, dejándonos abrir, como ese gran ventanal que da al monte, a lo desconocido o a lo familiar, a lo inabarcable del espacio y el tiempo.
El trabajo del escultor navarro José Ramón Anda se concreta en tres proyectos de escultura pública que, reconoce el artista, “difícilmente, y más en estos tiempos, van a tener la oportunidad de desarrollarse a su escala”. Se trata de las obras Polifemo II -una pieza perteneciente a una serie cuya primera obra se levanta en los jardines del parque Antoniutti de Pamplona-, Sartu ahal baduzu / Entra si puedes, y otra pieza en madera que partiendo de una idea puramente geométrica hace alusión a la pareja. Anda cuenta que la generación de escultores del grupo Gaur no le influyó tanto formalmente como “en lo que se refiere a un sentimiento de pertenencia a un país, a un lugar, sin que eso sea algo extraordinario. Pero para mí fue muy importante la huella de aquellos escultores, y sobre todo de Jorge Oteiza, que es con el que tuve más relación. Fue muy enriquecedor”, afirma el escultor navarro, que no exponía desde 2012, cuando lo hizo en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Materia y desocupación, tensiones formales que evidencian el paso del tiempo, escrituras en el espacio y el conocimiento, y latiendo en todo ello, la poesía que, si buscamos con la mirada, descubriremos en el mundo, están en Amets kabi. Una justa reivindicación de una generación de artistas imprescindibles en la historia del arte vasco.
‘AMETS KABI’
Artistas. Ricardo Ugarte, José Ramón Anda, José Zugasti, Iñaki Ruiz de Eguino, Iñigo Arregi, Iñaki Olazabal, Koldobika Jauregi y Guillermo Olmo.
Lugar. Edificio Gandiaga de la Fundación Arantzazu Gaur (Oñati).
Fechas y horario. La exposición colectiva, inaugurada ayer, se puede disfrutar hasta el próximo 19 de octubre. El horario de apertura es: viernes y sábados de 11.00 a 14.00 horas y por las tardes de 17.00 a 19.00 horas, y domingos y festivos de 11.00 a 14.00 horas.

martes, 2 de septiembre de 2014

cosas de Jorge

cosas de Jorge from BLANCA ORAA MOYUA_agente cultura on Vimeo.

Museo Oteiza





El Museo Oteiza Museoa alberga la colección personal del reconocido escultor y artista integral (Orio,1908-San Sebastián, 2003), compuesta por 1.650 esculturas, 2.000 piezas de su laboratorio experimental, además de una extensa presencia de dibujos y collages. El Museo está centrado en la difusión del legado de Jorge Oteiza, uno de los escultores fundamentales en la evolución del arte del siglo XX, autor de una trayectoria escultórica fundada en la experimentación estética basada en la desocupación de la formas y el vaciamiento de la escultura, además de polifacético creador interdisciplinar y responsable de numerosas aportaciones en el ámbito de la ensayística, poesía, antropología, arquitectura, lingüística y propuestas de socialización de la cultura y el arte. El Museo se sitúa en el entorno rural de la localidad Navarra de Alzuza, a 9 kilómetros de Pamplona, y acoge una de las colecciones monográficas más extensas del arte contemporáneo. El Museo Oteiza es obra del arquitecto Francisco Javier Sáenz de Oiza, que ha proyectado un gran cubo de hormigón rojizo, que acoge la colección del escultor e integra la vivienda ocupada por Jorge Oteiza durante dos décadas. Hasta su domicilio en esta localidad navarra trasladó durante ese periodo su biblioteca personal , sus manuscritos, las esculturas y maquetas creadas a lo largo de su extensa trayectoria creativa así como el Laboratorio de Tizas, una de las aportaciones fundamentales que acoge el Museo. Este edificio singular ha sido específicamente creado para acoger las investigaciones experimentales de Oteiza y la significación espiritual y metafísica de su creación. Su ejecución representa el reencuentro definitivo del legado de Jorge Oteiza con el testimonio último de Sáenz de Oiza, dos autores fundamentales en la evolución de la escultura y la arquitectura contemporáneas, amigos y colaboradores en diversos proyectos desde mediados del siglo XX.